El Artista Interno: Descubriendo la Magia Cotidiana
- Claudia Parada
- 19 oct 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 2 nov 2024

Cuando me describo como artista de la magia cotidiana, no lo hago solo por el encanto de las palabras. Hay una razón profunda y personal detrás de esta elección, una razón que surge de mi historia de vida y de un viaje de autodescubrimiento que ha revelado partes de mí que habían quedado relegadas por años.
¿Qué significa ser un artista?
La palabra "artista" suele asociarse con la pintura, la música, la literatura, o cualquier otra forma de expresión creativa tradicional. Un artista es quien tiene la habilidad de crear o interpretar obras que despiertan emociones, que conectan con lo más profundo del ser humano. Sin embargo, yo lo veo de una manera más amplia. Un artista no solo se limita a las disciplinas creativas clásicas; un artista es alguien que pone pasión, ingenio y sensibilidad en todo lo que hace, alguien que transforma lo cotidiano en algo extraordinario.
Este es el tipo de artista en la que me he convertido, y el tipo de artista que siempre fui en mi interior, aunque no lo supiera en su momento.
Mi historia: el viaje de lo ordinario a lo extraordinario
Desde que era pequeña, mi mente se llenaba de sueños y posibilidades. Quería ser muchas cosas: escritora, bibliotecaria, violinista, abogada. Me fascinaba imaginarme en cada uno de esos roles, viviendo una vida llena de creatividad y significado. Pero, como muchas personas, al crecer, me encontré frente a la realidad de "tener que escoger" una sola vía, una que me permitiera tener estabilidad económica.
Así que elegí lo que parecía el camino seguro. Estudié Economía, y más adelante completé una maestría en Finanzas en Barcelona. Me forjé una carrera exitosa en el mundo corporativo, trabajando en finanzas. A los ojos de los demás, lo tenía todo: una carrera estable, un trabajo que pagaba bien, una vida "hecha". Pero algo dentro de mí siempre estuvo incompleto. Había una parte de mí que nunca se sentía plenamente satisfecha.
La Claudia que soñaba con ser escritora o violinista parecía haberse desvanecido con los años. Pero más tarde, comprendí que no era así. Esos sueños de mi niñez no desaparecieron, solo habían estado esperando el momento adecuado para salir a la luz.
El despertar del artista
Mi viaje de autodescubrimiento comenzó cuando, comencé a bajar los ruidos y me permití hacer una pausa. Fue en esos momentos de calma, lejos de la rutina y de las exigencias laborales, cuando mi artista interno comenzó a despertar. Esa parte de mí que siempre había estado fascinada con la creatividad, con lo humano, con lo auténtico, comenzó a abrirse paso.
Fue entonces cuando comencé a darme cuenta de que no tenía que escoger entre ser economista y ser creativa. Pude integrar esas dos partes de mí, y en ese proceso, descubrí la magia en lo cotidiano. No solo la magia en los momentos de gran inspiración, sino la magia que está presente en las pequeñas cosas, en los detalles de la vida diaria.
Artista de la magia cotidiana
Hoy me defino como artista de la magia cotidiana, porque creo profundamente en el poder transformador de ver lo extraordinario en lo ordinario. Ayudar a otros a encontrar esa magia es mi misión. Y esto no es solo algo que hago, es algo que vivo. La vida, como el arte, no necesita ser grandiosa para ser significativa. Todo lo que necesitamos para sentirnos plenos está a nuestro alrededor, solo tenemos que desarrollar la mirada para verlo.
Por eso, ahora uso mi experiencia en finanzas y mi proceso de autodescubrimiento para acompañar a otros a redescubrir su esencia. Les ayudo a ver que, aunque a veces parece que nos hemos alejado de quienes éramos en nuestra juventud, esa esencia sigue ahí, esperando ser redescubierta.
Mi trabajo es guiarte en ese proceso, para que también tú puedas reconocer y abrazar a tu propio artista interno. A través de prácticas sencillas, pero profundamente significativas, te ayudo a diseñar una vida auténtica, llena de propósito y magia.
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